sábado, 12 de septiembre de 2015

EL CONTRABANDO Y EL MERCADO NEGRO GRANDES PERDEDORES CON EL CIERRE DE LA FRONTERA

Calles de Cucuta poco movimiento tras el cierre fronterizo

      Las calles de la ciudad colombiana de Cúcuta registran menos movimiento de lo que era habitual hace tan solo unas semanas, esta ciudad fronteriza de aproximadamente 700.000 habitantes ha sido la más afectada con el cierre del paso fronterizo entre los vecinos países Colombia y Venezuela; La capital del Departamento de Norte de Santander es considerada la zona franca más importante de la nación neogranadina y tal vez de toda américa latina, la disminución de su dinámica comercial es evidente, es que a través de esta frontera se producía una movilización diaria de más de 500.000 personas y unos 40.000 vehículos, por lo cual como ha reconocido recientemente el Alcalde de Cúcuta Donamaris Ramírez va a ser muy difícil para la ciudad si esta situación se extiende por más de tres meses. Otro aspecto que no va a contribuir con el desenvolvimiento económico de esta localidad es la llegada de más de 18.000 personas procedentes de Venezuela, desde que se pusieron en marcha las medidas del presidente Nicolás Maduro, para solucionar problemas estructurales presentes en esta zona desde hace mucho tiempo, pero que se han visto incrementados de manera exponencial en los últimos años.

       El primer mandatario venezolano ha expresado en reiteradas intervenciones públicas que esta medida se debe a la infiltración de grupos paramilitares procedentes de Colombia, que atentan contra la estabilidad de Venezuela, denunciando que el gobierno del Presidente Santos no hace nada para colaborar ante este problema, por otra parte el cierre de la frontera también tiene como objetivo controlar el contrabando de productos básicos como alimentos y combustibles, que salen del país hacia territorio colombiano, en Cúcuta es una escena común ver los anaqueles de sus tiendas, abastecimientos y puestos de economía informal surtidos con artículos venezolanos, mientras que del otro lado de la frontera se escasean; Los alimentos en Venezuela son mucho más económicos, ya que son subsidiados por el gobierno, por ello muchos ciudadanos colombianos compran los productos para llevarlos y venderlos en Cúcuta a precios ostensiblemente más elevados; La gasolina que en Venezuela es la más barata del mundo, es llevada al vecino país por los contrabandistas, millones de litros diarios de combustible pasaban por los puentes y por las trochas para ser expedidas en Colombia por precios de hasta 16.000H(3,2 dolares) pesos el bidón (20 litros), esta situación es aceptada con normalidad por parte de las autoridades colombianas e incluso en la ciudad de Cúcuta los llamados  pimpineros están organizados en cooperativas que pagan impuestos por el desarrollo de su actividad ante la municipalidad.
 
Productos venezolanos en negocios de Cucuta
      La frontera también se había convertido en un mercado negro floreciente para la especulación y el tráfico de divisas, las casas de cambio del lado colombiano empezaron a adquirir la moneda venezolana de forma irregular, especialmente  los billetes de más alta denominación (100 bolívares) ya que en Cúcuta el precio de cambio de un bolívar equivale a 4,5 pesos colombianos, mientras que en Bogotá el precio de venta de la moneda venezolana se encuentra en 200 pesos, esto ha generado toda una red ya que se obtienen ganancias exorbitantes y el objetivo final de ese lavado de dinero es reingresarlo a Venezuela en dólares donde la tasa de cambio del mercado paralelo supera los 700 bolívares por dólar; ilustrando un poco, alguien compra un billete de 100 bolívares en 450 pesos en Cúcuta,  puede vender ese mismo billete en las casas de cambio de la capital colombiana, Bogotá por 20.000 pesos, con ese dinero pueden adquirir unos 6 dólares, que puestos de vuelta en Venezuela a los precios del mercado paralelo de divisas se convierten en más de 4.000 bolívares, motivado a esta situación ya se empezaba a sentir del lado de la frontera venezolana la escases de billetes de alta denominación.

     La situación es bastante compleja y ha generado muchos análisis y puntos de vista, desde que se cerró la frontera entre el estado Táchira (Venezuela) y el Departamento de Norte de Santander (Colombia), las autoridades venezolanas han anunciado el ahorro de millones de litros de combustibles diarios, normalización en las colas de las estaciones de servicio, abastecimiento regular de productos en los anaqueles de las tiendas y reducción de hasta un 80% en delitos tales como homicidios y secuestros, por otra parte del lado colombiano en la ciudad de Cúcuta se sienten los efectos de la paralización económica ya que se estima que entre el 80 y 90%  del comercio de la ciudad dependen del intercambio con el vecino país, son manifiestas las colas en las estaciones de servicio para adquirir gasolina, el incremento en los precios de los artículos, al no haber existencia de productos venezolanos, y mucha gente que se está viendo obligada a cambiar de actividad económica para subsistir, y es que en Cúcuta le gente en las calles lo expresa claramente, de Venezuela se vive, por ello tienen esperanza de los gobiernos de ambos países resuelvan esta situación lo más pronto posible.
 
Desde el cierre de la frontera se evidencian largas colas para echar gasolina


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