Calles de Cucuta poco movimiento tras el cierre fronterizo |
Las calles de la
ciudad colombiana de Cúcuta registran menos movimiento de lo que era habitual
hace tan solo unas semanas, esta ciudad fronteriza de aproximadamente 700.000
habitantes ha sido la más afectada con el cierre del paso fronterizo entre los
vecinos países Colombia y Venezuela; La capital del Departamento de Norte de
Santander es considerada la zona franca más importante de la nación
neogranadina y tal vez de toda américa latina, la disminución de su dinámica
comercial es evidente, es que a través de esta frontera se producía una
movilización diaria de más de 500.000 personas y unos 40.000 vehículos, por lo
cual como ha reconocido recientemente el Alcalde de Cúcuta Donamaris Ramírez va
a ser muy difícil para la ciudad si esta situación se extiende por más de tres
meses. Otro aspecto que no va a contribuir con el desenvolvimiento económico de
esta localidad es la llegada de más de 18.000 personas procedentes de
Venezuela, desde que se pusieron en marcha las medidas del presidente Nicolás
Maduro, para solucionar problemas estructurales presentes en esta zona desde
hace mucho tiempo, pero que se han visto incrementados de manera exponencial en
los últimos años.
El primer
mandatario venezolano ha expresado en reiteradas intervenciones públicas que
esta medida se debe a la infiltración de grupos paramilitares procedentes de
Colombia, que atentan contra la estabilidad de Venezuela, denunciando que el
gobierno del Presidente Santos no hace nada para colaborar ante este problema,
por otra parte el cierre de la frontera también tiene como objetivo controlar
el contrabando de productos básicos como alimentos y combustibles, que salen
del país hacia territorio colombiano, en Cúcuta es una escena común ver los
anaqueles de sus tiendas, abastecimientos y puestos de economía informal
surtidos con artículos venezolanos, mientras que del otro lado de la frontera
se escasean; Los alimentos en Venezuela son mucho más económicos, ya que son
subsidiados por el gobierno, por ello muchos ciudadanos colombianos compran los
productos para llevarlos y venderlos en Cúcuta a precios ostensiblemente más
elevados; La gasolina que en Venezuela es la más barata del mundo, es llevada
al vecino país por los contrabandistas, millones de litros diarios de
combustible pasaban por los puentes y por las trochas para ser expedidas en
Colombia por precios de hasta 16.000H(3,2 dolares) pesos el bidón (20 litros),
esta situación es aceptada con normalidad por parte de las autoridades
colombianas e incluso en la ciudad de Cúcuta los llamados pimpineros están organizados en cooperativas
que pagan impuestos por el desarrollo de su actividad ante la municipalidad.
La frontera
también se había convertido en un mercado negro floreciente para la
especulación y el tráfico de divisas, las casas de cambio del lado colombiano
empezaron a adquirir la moneda venezolana de forma irregular,
especialmente los billetes de más alta
denominación (100 bolívares) ya que en Cúcuta el precio de cambio de un bolívar
equivale a 4,5 pesos colombianos, mientras que en Bogotá el precio de venta de
la moneda venezolana se encuentra en 200 pesos, esto ha generado toda una red
ya que se obtienen ganancias exorbitantes y el objetivo final de ese lavado de
dinero es reingresarlo a Venezuela en dólares donde la tasa de cambio del
mercado paralelo supera los 700 bolívares por dólar; ilustrando un poco,
alguien compra un billete de 100 bolívares en 450 pesos en Cúcuta, puede vender ese mismo billete en las casas
de cambio de la capital colombiana, Bogotá por 20.000 pesos, con ese dinero
pueden adquirir unos 6 dólares, que puestos de vuelta en Venezuela a los
precios del mercado paralelo de divisas se convierten en más de 4.000 bolívares,
motivado a esta situación ya se empezaba a sentir del lado de la frontera
venezolana la escases de billetes de alta denominación.
La situación es
bastante compleja y ha generado muchos análisis y puntos de vista, desde que se
cerró la frontera entre el estado Táchira (Venezuela) y el Departamento de
Norte de Santander (Colombia), las autoridades venezolanas han anunciado el
ahorro de millones de litros de combustibles diarios, normalización en las colas
de las estaciones de servicio, abastecimiento regular de productos en los
anaqueles de las tiendas y reducción de hasta un 80% en delitos tales como
homicidios y secuestros, por otra parte del lado colombiano en la ciudad de
Cúcuta se sienten los efectos de la paralización económica ya que se estima que
entre el 80 y 90% del comercio de la
ciudad dependen del intercambio con el vecino país, son manifiestas las colas
en las estaciones de servicio para adquirir gasolina, el incremento en los
precios de los artículos, al no haber existencia de productos venezolanos, y
mucha gente que se está viendo obligada a cambiar de actividad económica para
subsistir, y es que en Cúcuta le gente en las calles lo expresa claramente, de
Venezuela se vive, por ello tienen esperanza de los gobiernos de ambos países resuelvan
esta situación lo más pronto posible.
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